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Lo siento...perdí 1.400 millones de dólares

La historia de Nick Leeson, el hombre que hundió al banco más antiguo del Reino Unido.


Barings Bank, la entidad fundada en 1763, participó en grandes operaciones, financiando la construcción del canal de Panamá o la compra de Luisiana a Francia por parte de Estados Unidos. Gestionó la salida a bolsa de Guinness, la marca de cerveza, en Londres. También fue conocido por ser el banco de la reina Isabel II, que tenía un depósito por valor de 40 millones de libras. Pero las maniobras fraudulentas pesaron más que su historia.

Nuestro héroe anonimo se llama Nick Leeson, quien fue contratado por Barings, donde tuvo mucho éxito. Rápidamente lo ascendieron al salón de transacciones de la bolsa de valores y lo nombraron gerente en Singapur donde trabajó en el Intercambio Monetario Internacional de Singapur. Especialista en el comercio especulativo. En 1993, sus ganancias constituyeron casi 10% de las ganancias total de Barings. Leeson cultivó una reputación de ser un experto, de cometer pocos errores, y poder trabajar con poca supervisión, según sus jefes en Londres.



El principio del fin.

Cuenta la leyenda, difundida por el propio Leeson, que todo empezó a complicarse por un acto de solidaridad. Tenía a una joven ayudante, Kim Wong, de origen chino. Él quería contratar a alguien de más experiencia, pero su jefe prefería a alguien que cobrase poco, como pasaba con Wong, cuyo salario era solo de 4.000 libras anuales.

En una tarde especialmente complicada, con el aire acondicionado estropeado y mucho estrés, Wong cometió un error: vendió 20 contratos en lugar de comprarlos, como el cliente había pedido. Un error de 20.000 libras. Para proteger a su compañera, Leeson creó una cuenta falsa, a la que llamó 88888. Su objetivo, consciente de que no era un fallo tan grande, era ocultarlo en esa cuenta hasta poder subsanarlo. Lejos de solventar ese error, Leeson empezó a usar esa cuenta para ocultar otras operaciones deficitarias que estaba llevando a cabo él mismo. Para el final de 1992, las pérdidas de esa cuenta superaban los 2 millones de libras.

En enero de 1995. Leeson realizó una pequeña inversión en la bolsa de Tokio, apostando a que el mercado se mantendría estable. Pero al día siguiente, un importante terremoto en Kobe hundió los mercados asiáticos. Las posiciones comerciales del inversor se fueron al traste. En una huída hacia adelante desesperada, Leeson empieza a hacer operaciones cada vez más arriesgadas, para tratar de recuperar las pérdidas. Pero no acierta.

Desesperado, el 23 de febrero dejó una nota en la oficina que decía 'Lo siento', y huyó. Las pérdidas equivalían a 1.400 millones de dólares, dos veces el capital disponible del banco. Tras un intento de rescate, que fracasó, se declaró en quiebra, y fue adquirido por ING por 1 libra, a cambio de asumir su pasivo.




Bertolt Brecht: "Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo"

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