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“Estos son mis principios, si no les gusta tengo otros”… Groucho Marx.

Julius Henry Marx, era un cómico de humor ácido y corrosivo, más conocido como Groucho Marx, a quien se le atribuye, entre tantas cosas, la cita que se publicó por primera vez en el “Legal Times” en 1983, con esta cita se describe al político que acomoda su discurso, para decir lo que el público quiere oír.


El enemigo de mi enemigo… es mi amigo… por ahora!!!!


No es una gran sorpresa que Patricia Bullrich apoye la candidatura presidencial, de cara una segunda vuelta, del candidato libertario Javier Milei, más allá de los agravios personales y partidarios expresados por este último para con su persona y su electorado.

Desde "viejos meados", pasando por acusaciones de "poner bombas en jardines de infantes", o acusarla de corrupta y cómplice de la decadencia política de Argentina, conceptos que parecen ser palabras que se lleva el viento.

En favor de Bullrich, solo apoya a Milei pero "libertad de acción" para su electorado. Este cambio de convicciones, desnuda las verdaderas motivaciones políticas de la presidenta del pro, el afán de TERMINAR CON EL KIRCHENRISMO, bajo esta premisa, no es tan importante el futuro del país, la educación publica, cuidar el trabajo y a los trabajadores, la convivencia democrática, los derechos sociales, conceptos a los cuales viene a terminar el "gatito mimoso del poder", como lo definía Myriam Bregman. El peluca libertario, conjuro poderes mágicos y dijo las palabras justas..."terminar con el kirchnerismo"... dijo y me conquisto.


video informativo: Télam


Si la historia sirve para algo


"Con todos los gobiernos se abrazaron, fueran democracia, fueran dictaduras, fueran coorporativismo, fueran negación de la libertad y la soberanía del pueblo", definía Raimundo Ongaro a la corrupción en los representantes obreros, que decian defender a los trabajadores y solo pactaban con el poder de turno, a quienes anteponían sus intereses personales, antes que los intereses del pueblo.


Al final... eran todos amigos.


En 1993, El humorista Tato Bores, realizaba uno de sus monólogos en los que intentaba explicar en forma de humor o ironía, como se llevaban o se acomodaban ciertas personas, "Son como los patitos, un pasito una cagadita, otro pasito otra cagadita".

Si nuestra realidad fuera un tango, diríamos que a la supuesta oposición política se la define como el famoso tema de Roberto Goyeneche... Desorientado.



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