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"Que mi nombre no se borre de la historia"

El 5 de agosto de 1939, se escribe una de las historias más tristes de España, en momentos de la dictadura Franquista, 13 mujeres fueron ejecutadas en el cementerio de la Almudena de Madrid, España.


Julia Conesa, era costurera, tenía 20 años cuando la fueron a buscar las milicias franquistas, junto con ellas 12 mujeres más fueron acusadas del “delito de adhesión a la rebelión”.

Tras el asesinato del comandante Isaac Gabaldón, el 27 de julio de 1939 el régimen franquista decidió castigar a personas que formasen parte de grupos contrarios al régimen, tuvieran pruebas o no de su culpabilidad.



El 3 de agosto de 1939, el fiscal del Consejo Permanente de Guerra concluía y sentenciaba a muerte a 56 personas, entre ellas había 13 mujeres, que pasarían a la historia como Las Trece Rosas.


Antes de ser asesinadas, se les permitió escribir una carta con motivo de despedida, Julia Conesa, dedica sus palabras a su madre, de donde se reconoce una de las frases que marcan la memoria colectiva.



Madre, hermanos, con todo el cariño y entusiasmo os pido que no me lloreis nadie.

Salgo sin llorar. Cuidar a mi madre. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente.


Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermano y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada.


Adiós madre querida, adiós para siempre.

Tu hija que jamás te podrá abrazar y besar.


Julia Conesa (5-8-1939)


Besos para todos, que tú ni mis compañeras lloreis.


Que mi nombre no se borre de la historia.




Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.






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