Así, a partir del 1 de noviembre no serán necesarios informes psicológicos que demuestren que existe una situación médica de disforia de género. Una declaración personal será suficiente para cambiar oficialmente el género en los registros oficiales.
Hasta ahora, la ley vigente desde 1980 requería que las personas transexuales, intersexuales o no binarias necesitaban varios requisitos, y procedimiento, en parte, vejatorio o traumático.
Tenían que presentar dos informes psiquiátricos de dos médicos "suficientemente familiarizados con los problemas particulares de la transensualidad" y obtuvieran el permiso de un juez para modificar su nombre en el registro.
La nueva ley no incluye procedimientos médicos para el cambio de sexo, que seguirán regulándose de acuerdo con las normas médicas existentes. A pesar de las críticas, esta reforma marca un importante avance en los derechos de las personas transgénero e intersexuales en Alemania, eliminando trámites burocráticos y facilitando el reconocimiento legal de su identidad de género.
Los adolescentes de 14 años o más podrán cambiar su registro de género si sus padres dan el consentimiento. Podrán hacerlo los que tengan entre 5 y 14 años si son sus padres quienes hacen la declaración legal. Los padres de menores de 5 años son libres de decidir el sexo de sus hijos.
La nueva ley también prevé multas de hasta 10.000 euros para quien se dirija a una persona transgénero utilizando un nombre que haga referencia a su antiguo género.
Los propietarios de empresas que operen espacios como gimnasios para mujeres podrán decidir quién tiene acceso a sus instalaciones.
Los representantes del gobierno dijeron que la ley pone fin al “paternalismo estatal” y permite que se respeten mejor los derechos humanos de las personas transgénero y queer.
