El sociólogo y analista internacional Atilio Borón pasó por #AnocheceEnBuenosAires para hablar de todo: balance del año, el Frente de Todos, el FMI y sus exigencias, la derrota de Trump y las deudas de la Argentina.
El analista internacional y periodista Atilio Borón pasó por Anochece en Buenos Aires… para compartir su mirada sobre la coyuntura actual en todos los planos. Al intentar un balance de lo acontecido este año, expresó: “El balance tiene que ser negativo, es negativo a nivel mundial. La caída del PBI fue total, pero creo que va a haber una recuperación y más rápida que en otros países. Este país es el de Stop and Go, “Párate y anda”, cuando se produce el Go, en general la recuperación argentina es rápida. Y necesitamos que esto se aproveche para que la economía argentina pueda avanzar en el inicio de una reestructuración de cuestiones de fondo”.
Sobre esas cuestiones destacó la necesidad de otorgar un nuevo papel al Estado, la realización de una reforma tributaria integral y el inicio de un proceso de reindustrialización.
Recientemente se cumplió un año del inicio del gobierno de Alberto Fernández, y Borón expresó su mirada sobre la coalición del Frente de Todos: “Tuvo éxito en materia electoral, pero que en términos de gestión no ha funcionado como frente. Uno de los problemas que tenemos es constituir a partir de ese frente un proyecto sólido de gobierno con una clara orientación, con una dirección, y en donde se sepa claramente cuál es el rumbo de la Argentina. En el terreno económico, hay varias alternativas, se está tomando una, que a mi juicio no es la mejor, y tiene que ver con el respeto del pago de la deuda externa, sobre otras como el fortalecimiento de las finanzas y el sector público del Estado. Se ve la debilidad del Estado cuando se observan las dificultades para aprobar un modesto impuesto a las Grandes Fortunas, y la judicialización de la cuestión”.
La vinculación y el acuerdo para la cancelación de la deuda con el FMI también es objeto de debate, y Borón no le escapó: “El informe del Banco Central sobre las empresas que se fugaron las divisas en el marco del endeudamiento propiciado por Macri de más de 45.000 millones de dólares es clarísimo. Esto debió haber sido corregido, denunciado ante el FMI. Ese dinero deben cobrarlo allí donde está, en los paraísos fiscales de las Islas Vírgenes, en Delaware, Luxemburgo, Andorra; nosotros no lo tenemos.
Otro de los temas en los que Borón se ha manifestado tiene que ver con las vicisitudes y ciertas dudas en la política exterior: “La actitud es hamletiana, creemos que el gobierno de Venezuela es democrático o es una dictadura, tomamos en cuenta lo del departamento de Estado de EE.UU o consideramos el informe de Rodríguez Zapatero y el grupo de Puebla sobre la legitimidad de ese gobierno. Es uno o el otro”. Y añadió: “Es absurdo poner fin las relaciones con EE.UU, pero tenemos que aprovechar la nueva agenda internacional con otros centros de poder, con India, China, Rusia, Turquía, etc. Para nosotros la derrota de Trump, no significa gran cosa, pero para Bolsonaro, la derrota es un golpe brutal, por ser su único sostén. Necesitamos el papel de la CELAC, diversificar los contactos en materia internacional, abrirnos. La Cancillería Argentina debe esbozar una estrategia de negocios con China, las grandes hidroeléctricas en Santa Cruz, revisar lo de las granjas porcinas y su impacto ambiental, obviamente, pero profundizar ese vínculo”.
Finalmente, y en relación a la política local y el rol de la oposición, sentenció: “Lo ridículo de todo aquello de la República es el rol de la oposición, el verdugo de Montesquieu es Mauricio Macri. Habría una mesa judicial en la Casa Rosada de Macri, lo dijo Elisa Carrió cuando reconoció que Garavano era el encargado de manejar la relación con los jueces en época de Macri. Esa oposición no está unificada, hay disputa por el liderazgo, por la sucesión, pero creo que va a ser difícil que lo desbanquen a Macri porque es el jefe de la banda”.
Y en relación a la proyección propia: “Tenemos que ver cómo armamos las listas para las elecciones parlamentarias, tener candidatos que sean aceptados por la población. No podemos repetir lo del PT en Brasil, ha desaparecido en las principales 20 ciudades brasileñas. Ese es el peligro que tenemos. Y el otro, claro, es vacunar a 30 millones de personas que no es nada sencillo”.
Redacción: Rodrigo Franco
