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Alicia en el país de las pesadillas impunes

Por Carlos Del Frade


(APe).- “Quién sabe Alicia, este país /no estuvo hecho porque sí /Te vas a ir, vas a salir /pero te quedas, /¿dónde más vas a ir? /Y es que aquí, sabes /el trabalenguas trabalenguas /el asesino te asesina /y es mucho para ti /Se acabó ese juego que te hacía feliz…”, dice la maravillosa poesía de Charly García en “Canción de Alicia en el país”, un rebote íntimo y colectivo en su interior que produce la historia argentina con el texto del matemático que disfrazaba su verdadera identidad detrás del seudónimo de Lewis Carroll cuando escribió “Alicia en el país de las maravillas”.



Muchos años después de Charly y Carroll, Alicia Ostri, mamá de Paula Perasi, embarazada, secuestrada y desaparecida el 8 de septiembre de 2011 en la geografía por donde pasa el mayor flujo de dinero de la Argentina, el departamento San Lorenzo, al sur de la provincia de Santa Fe, decidió escribir ocho años después de no saber nada más de su hija.

“Otro 18 sin vos Paula. Pero hace ocho años que no estás con nosotros. Te desaparecieron un 18 de septiembre de 2011. Hasta el día de hoy no sabemos nada de vos. Me dejaste dos hijos hermosos, Lucas de 6 años y Agus de 2 años y 8 meses. De ese entonces la estoy remando para criarlos. Muy buena conducta en la escuela y en el deporte y con sus compañeros. Los abuelos están siempre, las tías también y un padre “ausente”.


“Pasamos noches sin dormir pensando qué te hicieron. Te fuiste a enamorar de una persona sin corazón, pero no pensaste lo que te iba a pasar. Y tus hijos preguntando todos los días ¿cuándo viene mamá?

“Nos hicieron todos los desprecios que pudieron. Nos robaron, nos destruyeron una camioneta de un cliente, nos rompieron todos los vidrios del frente, nos pusieron una cruz y muchas cosas más. Lo más triste fue cuando nos pusieron custodia, que eso fue lo peor que pasamos, ¡teníamos que salir con custodia todos los días!”, dice Alicia en el país de las pesadillas impunes, las que no terminan nunca, las que multiplican el dolor, en el país de los desaparecidos, de los que por su condición repiten la angustia día a día.


“…Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie /juegan cricket bajo la luna /Estamos en la tierra de nadie, pero es mía /Los inocentes son los culpables, dice su señoría, /el rey de espadas /No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo, /no tendrás poder /ni abogados, ni testigos /Enciende los candiles que los brujos /piensan en volver /a nublarnos el camino…”, profundizan los versos del poeta popular.

Alicia Ostri, la mamá de Paula, ocho años después, sin un solo huesito de su hija, también sigue con sus palabras.


“Pasaron cuatro gobernadores, nunca nos dieron una audiencia. Un intendente que no está enterado que en su ciudad de San Lorenzo hay una desaparecida. Es como dice Alberto, que se juntaron el poder político, el poder policial y la billetera con dólares. “Del caso todos saben lo que pasó. Tenemos unos abogados que hicieron todo lo posible para poder llegar al juicio. Llegó el día del juicio. Quedaron todos en libertad. Y yo con las manos vacías sin poder decirles a mis nietos qué pasó con mamá.

“Tres semanas atrás dijeron que estabas enterrada en la curva de la Ruta 34, es una vergüenza, ¡Basta de decir cosas que no son, basta por favor!


“Hay personas que saben bien qué pasó con vos.

Nunca escribí nada, pero hoy necesito desahogarme porque soy esposa, madre y abuela”, concluye Alicia, la mamá de Paula Perassi, a ocho años de la desaparición de su hija.


Alicia Ostri, en el punto en el que confluye la mayor cantidad de dinero de la Argentina por donde sale el 80 por ciento de las exportaciones, allí, en esa geografía que hace rato dejó de ser el país de las maravillas y desde hace ocho años devino en el país de las pesadillas construidas a fuerza de pactos mafiosos de impunidad.

Alicia Ostri, la mamá de Paula, en el país donde se “acabó el juego que te hacía feliz”.


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