Es docente universitaria y trabajadora del Observatorio del Derecho a la Ciudad. En diálogo con #Desmalezando, desmenuzó cada una de las múltiples emergencias que se vivencian en la ciudad más rica de la Argentina, haciendo hincapié en la alarmante escasez de espacios verdes y en la ausencia de estándares mínimos de equidad urbana. Una ciudad para pocos, adornada con una fachada de inclusión y bienestar que no se condice con la realidad.
“Tras 15 años de gestión macrista, una de las ciudades con mayor presupuesto per cápita de la región está atravesada por una situación de emergencia que es multidimensional, no obstante, la mayoría de las porteñas y los porteños no lo perciben así. Entonces surge una primera pregunta, que es por qué ocurre que no se percibe la gravedad de la situación”. Antes de responderla, María Eva comienza a explicar que uno de cada seis habitantes de la ciudad se encuentra en emergencia habitacional, ya sea porque vive en una villa o asentamiento y no tiene acceso formal a los servicios básicos, o porque vive hacinado en una pieza de hotel, o directamente porque está en situación de calle.
“Hay, en la ciudad, 160 mil inmuebles a la venta, y otros 150 mil que permanecen ociosos, es decir que están vacíos y que no se ponen en venta ni se ofrecen en alquiler. Mientras tanto, no se detiene la construcción especulativa y las torres irrumpen cada vez con más fuerza en los barrios de casas bajas, destruyendo su morfología e identidad, y llevando muchas veces al colapso al conjunto de los servicios públicos. Habiendo 160 mil inmuebles que están a la venta, no se entiende por ejemplo la insistencia en ocupar la Costanera Sur, uno de los pulmones más importantes de la ciudad y uno de los pocos humedales que todavía conservamos”.
Desplazando el relato hacia el terreno de la emergencia ambiental, explica la docente que Buenos Aires es una de las capitales del mundo con menos superficie verde por habitante: “Los estándares internacionales hablan de entre 10 y 15 metros cuadrados de superficie verde por habitante, y esta ciudad tiene menos de la mitad. Pero, si a eso le descontamos cementerios, bulevares y macetas, los números se vuelven todavía más críticos, porque estamos hablando de menos de 5 metros cuadrados de superficie verde por habitante. El arbolado público es otro dato alarmante: mientras que la OMS recomienda la existencia de un árbol por cada tres personas, los indicadores en CABA están por debajo de la mitad. En una villa o asentamiento de la ciudad, podemos encontrar un árbol cada 80 habitantes, y eso habla de la pésima calidad de vida que tienen esas personas”.
Finalmente, llega la hora de responder la pregunta que había quedado flotando al comienzo de la nota: ¿Por qué la mayoría de las personas no percibe la realidad de lo que ocurre en la Ciudad de Buenos Aires? Porque el gobierno porteño, hoy comandado por Horacio Rodríguez Larreta, destina a propaganda y pauta oficial la exorbitante suma de 29 millones de pesos por día. Todo un dineral que se va diariamente por la canaleta del disfraz y el maquillaje a cargo de los grandes medios de información y formadores de opinión masiva. Para que nos demos una idea de la dimensión que tiene, explica la entrevistada que es un presupuesto que excede al que se usa para las cloacas y alcantarillado, en una ciudad donde 400 mil personas todavía no tienen acceso formal al agua potable. “Es un dispositivo publicitario muy potente, puesto al servicio de construir una ciudad vidriera, que logra convencer a observadores y visitantes de que éste es un sitio próspero y sostenible, cuando verdaderamente no lo es”.
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