En un contexto de ajustes presupuestarios, precarización laboral y falta de inversión en ciencia, Gonzalo Sanz Cerbino, Secretario General Adjunto de ATE CONICET, compartió un análisis crudo y detallado de la situación que enfrenta el sector científico en el país. En una entrevista reciente con #Desmalezando Cerbino expuso con claridad cómo las políticas actuales están afectando no solo a los investigadores, sino al futuro del país en términos de desarrollo científico y tecnológico.
"La ciencia argentina está siendo desmantelada", afirmó Sanz Cerbino, quien fue enfático al señalar el bloqueo en el ingreso de nuevos investigadores. Más de 1.000 científicos han ganado concursos exigentes para incorporarse a la planta permanente del CONICET, pero sus ingresos están congelados desde hace un año. “Muchos de estos científicos ya venían trabajando de manera precaria, como becarios y becarias. La situación está completamente frenada”, explicó, dejando en claro que la burocracia y las decisiones políticas están asfixiando al sistema.
Uno de los momentos más impactantes de la conversación fue cuando el dirigente sindical hizo referencia a los despidos y la inestabilidad que enfrentan los trabajadores administrativos del CONICET: "Los contratos se renuevan cada tres meses, y la gente no sabe si continuará trabajando". Este escenario de incertidumbre, señaló, genera un clima de miedo que impide a muchos ejercer sus derechos laborales. "Los trabajadores no protestan porque su continuidad laboral depende de decisiones políticas", sentenció Cerbino, resaltando el temor de perder el trabajo con cada renovación contractual.
El impacto de estas políticas es devastador para la continuidad de las investigaciones científicas. Sanz Cerbino destacó que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, que financia proyectos clave, está paralizada desde hace meses. Esta falta de fondos no solo retrasa el trabajo científico, sino que también está provocando una "fuga de cerebros" sin precedentes: "Los científicos se están yendo al exterior. Los becarios renuncian y se consiguen trabajo en el sector privado porque no hay perspectivas de futuro", lamentó.
En cuanto al futuro, el panorama parece sombrío. "Estamos frente a un proceso de vaciamiento de CONICET", aseguró Cerbino, señalando que los recortes proyectados para el próximo año no solo afectarán al organismo, sino que desmantelarán años de inversión y esfuerzo. Con un presupuesto reducido y la ley de financiamiento universitario en peligro de veto, la ciencia argentina enfrenta un futuro incierto.
Sin embargo, a pesar del contexto adverso, Sanz Cerbino aseguró que la lucha por la defensa del sistema científico no ha cesado. “Milei dijo que iba a cerrar el CONICET, pero si hoy seguimos trabajando y luchando desde adentro, es por las movilizaciones y acciones que hemos hecho en estos 10 meses", afirmó con determinación.
La ciencia en Argentina, un sector históricamente subfinanciado, parece estar al borde de una crisis irreversible si no se toman medidas urgentes para revertir la situación. Mientras tanto, miles de científicos y trabajadores siguen esperando respuestas, pero sobre todo, una señal de que el conocimiento y la innovación siguen siendo prioridades para el país.
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