Es abogado y se desempeña como asesor en temas de Energía y Servicios Públicos. Consultado
por #Desmalezando sobre el debate ambiental que se desató por la exploración petrolera en las
costas marplatenses, lo primero que aclara es que se está frente a un falso dilema. “No se trata
de productivismo versus ambientalismo. Tiene que haber producción y trabajo, para que el país
salga adelante, y también tiene que haber un profundo cuidado medioambiental”.
Si hay un dilema válido por estos días, según la mirada de Marcos Rebasa, está relacionado con
el tipo de producción que el gobierno va a aceptar y fomentar: “El gran debate tiene que ver
con el modelo de desarrollo que nos rige. ¿Cuál es la idea? ¿Vamos a producir solamente para
exportar, conseguir divisas y pagar las deudas infames? ¿De verdad ese es el modelo? ¿O
vamos a producir para el mercado interno, pensando en bajar el precio de los productos claves
como minerales, hidrocarburos, alimentos? Después, en todo caso, exportaremos el excedente
para obtener divisas y ahí sí, con pesar, pagar esa deuda”. Dice que el Frente de Todos se
debate internamente entre una línea de conducción política cercana a la realpolitik, que piensa
en términos de statu quo y de administrar lo que hay, y otra representada por el legado de
Néstor Kirchner, con voluntad para “bajar el cuadro” y enfrentar los conflictos que eso supone.
“La política de la administración no sirve. No es peronista, no es nacional y no está a favor del
pueblo. Hay que meter mano para que los proyectos sean a favor del interés nacional. No será
perfecto, porque lo perfecto no existe, pero necesitamos superar este neoliberalismo residual
que tenemos metido en el sector energético -y no solo en el energético-”. Rebasa opina que el
borrador de la Ley de Hidrocarburos que se está manejando desde el gobierno es un desastre y
una declinación, en tanto que propone la vuelta a un voluntarismo exportador. Aclara que
seguirá apoyando la gestión de Alberto Fernández, pero critica con dureza una frase que le oyó
decir hace poco: “Se equivoca el presidente cuando propone una ‘exportación al palo’. Es un
modelo lamentable, que le da la espalda a la gente. Pensar así es como decir que lo único que
interesa es la deuda, pero que la pobreza y la desigualdad que vivimos son cosas secundarias”.
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