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Cristina: "Hay que reformar la constitución"



La ex presidenta y conductora de nuestro movimiento Cristina Fernández de Kirchner cerró anoche un homenaje por el centenario del “primer gobierno popular” de la historia argentina, el que encabezó el radical Hipólito Yrigoyen, con una nueva definición política de cara a las elecciones del año que viene: “El rol de esta ciudadana argentina estará orientado a la construcción de una nueva mayoría popular que le devuelva a los compatriotas un gobierno que respete sus derechos y reinstaure la esperanza”, dijo. El acto tuvo lugar en el microestadio de Atlanta, en Villa Crespo, convocado por los dirigentes de extracción radical Leopoldo Moreau, Gustavo López, Sergio Palazzo y Leandro Santoro, quienes trazaron una continuidad histórica entre los postulados de los gobiernos radicales de Irigoyen y Raúl Alfonsín con el primer peronismo, la lucha revolucionaria de los 70 y los doce años de kirchnerismo.

“No voy a tomar una sola decisión que perjudique la construcción de ese frente, que es mi compromiso esencial”, definió la ex presidenta para luego citar a Moreau, quien había sostenido en su mensaje que “no es tiempo para distraerse hablando de candidaturas”, sino de “representar y defender los derechos de los trabajadores y de todos los sectores agredidos por el ajuste”.

La puesta en escena, sin embargo, fue la de un acto de campaña. El microestadio estuvo repleto de militancia y se colocaron dos pantallas gigantes sobre la calle Humboldt para que los autoconvocados, que fueron muchos, pudieran seguir los discursos. En la previa, fueron presentados desde el escenario y recibidos con cantos al estilo “vamos a volver” el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; los intendentes de Ensenada, Mario Secco, y de Avellaneda, Jorge Ferraresi; el presidente del PJ Capital, Víctor Santa María; los legisladores porteños del FpV encabezados por Carlos Tomada y Paula Penacca, la ex ministra Teresa Parodi; el ex jefe de gobierno Aníbal Ibarra; el diputado Juan Pereyra, de Forja; la presidenta de Madres, Hebe de Bonafini, y el humorista Dady Brieva.

“Estamos viviendo una nueva restauración conservadora”, afirmó Moreau, quien dedicó varias críticas a la oposición “dialoguista” que realiza un sector del peronismo. “Es peligrosa la idea de este oposición favorable que fogonea el Gobierno y en la que algunos caen, porque la derecha siempre generó crisis sociales y las políticas sociales van hacia ese lugar”, dijo. “El Gobierno quiere jugar con las blancas y las negras”, apuntó para luego disparar contra los dirigentes de la UCR que forman parte del Gobierno. “Así como cooptaron al peronismo en los 90, ahora el poder económico ha cooptado el radicalismo también”, dijo.

Luego de repasar los logros de Yrigoyen, como la creación de YPF, la reforma universitaria y la oposición a la invasión norteamericana a Nicaragua, Moreau pidió “sancionar una nueva constitución” que “garantice un nuevo piso de derechos”, idea con la que insistió el escritor Mempo Giardinelli durante su discurso.

“Quiero hablarle a los radicales”, dijo a su turno el ex candidato a vicejefe de Gobierno, Leandro Santoro. “A los que se quedaron en las puertas de la convención de Gualeguaychú, llorando, les recuerdo que la UCR no nació para oponerse a los peronistas sino a los conservadores”, apuntó. “El kirchnerismo es la síntesis histórica de los movimientos populares que inauguró Yrigoyen”, siguió y agregó que “la única división política que existe en la argentina es sobre qué intereses se representan, si los de la embajada norteamericana, como lo hacen los radicales de este gobierno, o al conjunto del pueblo, como lo hicieron Yrigoyen, Alfonsín, Perón, Néstor y Cristina”.

El titular de Forja, Gustavo López, recordó el llamado de Néstor Kirchner a la Concertación Plural en 2005, cuando una primera fractura de radicales se incorporó al FpV. “Nadie nos preguntó de dónde veníamos, cuál era el color de la bandera que llevábamos, sino cuáles eran las políticas que iban a sacar al país del pozo. En eso hubo una coincidencia histórica”, remarcó. López, Moreau y Santoro lanzaron en octubre pasado la confluencia entre los tres espacios representados: el Movimiento Nacional Alfonsinista, La Concertación-Forja y la pata juvenil Los Irrompibles. Los discursos de ayer estuvieron enfocados en la pertenencia identitaria al radicalismo, pero enmarcaron esa tradición política dentro de lo que llamaron “gobiernos populares, democráticos y latinoamericanistas”. La militancia presente, de hecho, cantó la marcha peronista y estribillos de La Cámpora como el que sostiene “con la jefa los soldados de Perón”.

“Yrigoyen fue el primer movimentista, porque generó una síntesis de todos los movimientos policlasistas presentes en ese momento en el país”, caracterizó el titular de la Bancaria, Sergio Palazzo. “Por eso nosotros planteamos que la salida es nacional, popular y democrática, con los trabajadores al frente. Porque la única forma de garantizar que un Gobierno esté de nuestro lado es un movimiento obrero integrado a la construcción política, no sólo desde lo gremial”, afirmó. El pasaje fue resaltado por la ex presidenta, quien elogió al sindicalista “por entender que no sólo hay que pelear por el salario sino también por todo lo que pasa en un país”.

CFK subió al escenario pasadas las 19. Lo recorrió de un extremo a otro, improvisando pasos de baile, para saludar a la militancia, que deliró cuando les dedicó el clásico saludo de Alfonsín con las dos manos. Desde allí agradeció “a los radicales, peronistas y socialistas, en fin, a todas y a todos los presentes” y recordó su reciente paso por la Asamblea Nacional de Ecuador. El miércoles próximo recibirá el premio Honoris Causa de dos universidades de Quilmes y Avellaneda, tras lo cual viajará al sur para luego retomar su agenda en Buenos Aires.

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