En el intrincado mundo de la ciencia y la investigación, la esperanza por encontrar soluciones a desafíos apremiantes como la pandemia del COVID-19 encuentra su voz a través de figuras científicas como la de Karina Pasquevich. Desde su laboratorio en la Universidad de San Martín hasta el reconocimiento mundial, en #Desmalezando conocimos su historia y cómo se erige su testimonio de determinación y colaboración científica.
En la entrevista Karina Pasquevich, licenciada en bioquímica e investigadora del CONICET, revela los intrincados pasos que llevaron al desarrollo de la primera vacuna argentina contra el COVID-19. Desde las primeras fórmulas probadas en laboratorio hasta el emocionante hito de la aprobación regulatoria, cada etapa representa no solo el esfuerzo de un equipo, sino la esperanza de una nación entera. "Desde el inicio, buscamos una vacuna adaptable, no solo efectiva contra el COVID-19, sino que pudiera evolucionar con nuevas variantes del virus", relata la cientifica.
El relato de Pasquevich es el testimonio de una lucha constante contra el tiempo y los desafíos financieros. Desde el proyecto inicial en abril de 2020, cuando la pandemia aún se cernía con fuerza, hasta la colaboración estratégica con el Laboratorio Pablo Cassará, la trayectoria evidencia el poder de la colaboración público-privada en la ciencia. "La colaboración entre el sector público y privado fue crucial en el desarrollo de la vacuna; es un claro ejemplo de lo que se puede lograr con sinergias bien enfocadas en la investigación científica."
Detrás de cada logro científico se esconde un entramado de esfuerzos colectivos: más de 600 personas contribuyeron al proceso, desde el diseño de la fórmula hasta las pruebas en humanos. La visión de Pasquevich y su equipo no solo apuntaba a crear una vacuna eficaz, sino también adaptable a nuevas variantes del virus, anticipándose a los desafíos que la evolución del patógeno presentaba.
La vacuna, una prometedora fórmula bivalente basada en proteínas recombinantes, no solo muestra eficacia en la generación de anticuerpos, sino que además destaca por su perfil de seguridad y su capacidad de almacenamiento en heladeras comunes, facilitando su distribución y aplicación a gran escala.
La cientifica revela también la importancia de la inversión sostenida en investigación científica a lo largo de los años y la necesidad de políticas públicas que fomenten el desarrollo tecnológico en el ámbito de la salud. Pasquevich enfatiza la relevancia de mantener un ecosistema propicio para la investigación, con laboratorios equipados y personal capacitado.
El legado de Karina Pasquevich y su equipo trasciende las fronteras de Argentina. Su historia no solo es un hito científico, sino también un testimonio de esperanza, perseverancia y colaboración en la búsqueda de soluciones frente a desafíos globales. Su incansable labor y su contribución a la ciencia perdurarán como un faro de inspiración para futuras generaciones de científicos y un orgullo para el país. "La pandemia ha resaltado la importancia de la ciencia en la sociedad y la necesidad de seguir invirtiendo en investigación para afrontar desafíos futuros" afirma Karina.
La entrevista concluye, pero el impacto de la labor de Pasquevich persistirá en la lucha contra la pandemia y en el impulso de la investigación científica en el mundo entero.
Fuente PH: UNSAM
Commenti