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Silvio Katz: "Fuimos victimas de un Estado terrorista"

Silvio Katz, ex combatiente de Malvinas, charló con #NoticiasdeAyer a 37 años de la rendición en Puerto Stanley.

“No me siento un héroe, pero tampoco pretendo desmalvinizar: quiero contar la historia que no se quiere contar, la de los perdedores”, sentenció.

Un nuevo 14 de Junio pasó, y con eso, un nuevo aniversario de la firma de rendición incondicional del Ejército argentino en Puerto Stanley que firmara el General de Brigada Mario Menéndez con el Tte. Gral Jeremy Moore.


La Guerra de Malvinas no terminó para cientos de ex combatientes, por el contrario, late y se siente en cada instante de las vidas que continuaron, como la de Silvio:

“Nosotros somos víctimas, de eso no cabe la menor duda. Yo siempre cuento que nosotros no fuimos a la guerra con el Ejército de San Martín o Belgrano; a nosotros nos llevó el mismo Ejército desaparecedor de gente, el de Galtieri, Videla, Viola. Me siento más cómodo como víctima de un Estado terrorista que había en esa época. Héroe no me siento. Ni tampoco creo que fui un ‘chico de la guerra’”, se definió.


Sobre el debate entre malvinistas y desmalvinizadores, que tantas pasiones y encontronazos sigue despertando, Katz planteó un intermedio: “Creo que el reconocerse víctimas del terrorismo de Estado de aquella época no es mariconear la causa, como plantean los que se hacen llamar héroes. Porque yo entiendo los actos heroicos que hubo en la guerra, los reconozco, los sé, los viví.

Pero hay que reconocer a quién se servía en ese momento. Y victimizarse no es ponerse a favor de los militares o desmalvinizar. Todo lo contrario, estoy contando otra historia, una historia que sucedió que es quizás la que no se quiere contar, la de los perdedores.”



El relato autobiogáfico está presente en todo momento, y la memoria de Silvio vuelve una y otra vez a ese 1982 y a ese suelo tan querido de la Patria en su extensión: “Yo creo que a los 19 años se me complicó a mí y a todos los que estábamos ahí, separar lo que era el gobierno militar, la Guerra de Malvinas, la causa. Pero cuando empezamos a sufrir estas vejaciones nos dimos cuenta de que había que separar. Yo estaba feliz a los 19 años de ir a defender a mi país, de ser patriota, de decir que iba a ser un héroe. Pero cuando empezaron las torturas, las vejaciones, los crímenes de lesa humanidad…Debe contarse que hay muertos por inanición.

Hablamos de la única guerra que fue con tortura de propia tropa, no es que vino un inglés y me torturó. A mí me torturó el Estado argentino, el Ejército argentino que era gobierno.

Entonces, hoy, con 56 años y 37 años después, es mucho más fácil discernir. En ese momento uno creía que estaba sirviendo a la Patria. Hoy me doy cuenta que estaba sirviendo a un grupo de ebrios, fachos y mal nacidos. Y creo que los traidores a la Patria son ellos y no yo que los denuncio. Pero ellos quieren hacerme verme a mí como traidor.”


La vida y el después han sido un tema crucial para los ex Combatientes a casi 4 décadas de aquel momento. El mismo Ministerio de Defensa reconoce una cantidad de víctimas por suicidios y enfermedades similar a las vidas que se perdieron en campo de batalla durante esos 2 meses y pico.


“Desde lo laboral se complicó muchísimo, porque nosotros cargábamos con la cruz del documento, un sello y una fecha de julio de 1982, y era bien sabido que los que teníamos esa firma con esa fecha habíamos estado combatiendo. Éramos tildados como los ‘locos de la guerra’, los ‘chicos de la guerra’, y se nos complicaba muchísimo conseguir un trabajo que no sea estatal, pero el Estado tampoco cumplió con la ley de tomarnos a todos en el plano laboral”, asegura Silvio y agrega: “Reinsertarse en la sociedad sin un trabajo digno fue muy complicado. Desde lo familiar fue también apretado, porque yo siempre digo que si bien nadie está preparado para una guerra, tampoco ninguna familia está preparada para recibir a alguien que viene de la guerra.”



Y en ese sentido, remarcó la importancia de la ayuda por parte de psicólogos y especialistas que pueda brindar el Estado: “Uno de los problemas más grandes que tenemos son la salud y los suicidios. Pararlo se puede parar solo con la contención del Estado.


Este es un Estado que no ha dado respuesta jamás a lo que es salud. Creo que tendría que hacerse un censo de ex – combatientes y darles la contención psicológica. No tenemos especialistas en el Estado en estrés postraumático, que es un gran problema que tenemos. Creo que es eso, darles contención, apoyo. Yo estuve hablando con entidades de otros países y es increíble el respeto que dan en ejércitos como EEUU, Israel, y otros que pasado situaciones de posguerra. Acá no la tenemos, acá seguimos esperando, creo que el día que tengamos la contención adecuada y una atención médica y psicológica como corresponde, van a terminar esos fantasmas y esos dolores. No veo otra solución. Esa, y la de sacarnos del olvido. Creo que hoy Malvinas tendría que ser no una materia en el colegio, pero sí charlas en los colegios, para que los chicos y las chicas no olviden, que nos saquen del placard donde nos pusieron y poder vivir como que la guerra terminó pero nos siguen recordando.”


Las Abuelas de Plaza de Mayo que aún hoy siguen recuperando nietos, los organismos y las familias que encaran causas en busca de Memoria, Verdad y Justicia, cuentan en Malvinas un capítulo más de una lucha que no quiere ni puede cerrarse sin justicia completa:

“Soy querellante en la causa. Es una megacausa por el tema de torturas, delitos de lesa humanidad, muertes, hambruna, todo lo que te puedas imaginar. Y la causa está medio frenada porque hay mucha gente que participó del gobierno cívico-militar, que opera a favor de los militares en la justicia. Entonces está como muy complicada. Frenada no diría porque nosotros mientras podamos respirar vamos a seguir peleando por la causa. Pero está muy complicada. En este momento, la Jueza Mariel Gorruto de Río Grande, cuando teníamos ya la primera citación a indagatoria de muchos militares por esta causa, aduce falta de personal, falta de espacio; una vergüenza, porque eran 18 indagatorias, desde fines de junio a principios de julio, lo que daba 3 militares por día que había que escuchar. Así que estamos frenados pero nunca nos damos por vencidos. Creemos en lo que hacemos, no le mentimos a nadie. Hay más de 40 testigos por cada veterano que se ha presentado, o sea no es un invento de cada loco. Son más de 100 causas presentadas. Y te puedo asegurar que el día que uno de ellos dé explicaciones, va a aparecer el triple de personas. Hay un miedo a hablar y un dolor interno que no permite hablar muchas veces. Pero una vez que esto salga a la luz, creo que se triplican las causas seguramente”, aseguró Silvio.


Finalmente, Katz realizó un balance sobre las estrategias diplomáticas de los gobiernos kirchneristas y como mejorar la política de descolonización para obtener una reparación por una ocupación colonial que ya lleva más de dos siglos:

“Creo que lo poco que faltó en el gobierno anterior, porque estoy bastante de acuerdo con lo que hizo con respecto al tema Malvinas, fue un poco más de diplomacia. Fuimos agresivos en todos los foros y quizás eso molestó. Hay que buscarle una vuelta de rosca para entrar otra vez por la diplomacia. Hablar de este gobierno es agregar leña al fuego a un gobierno que no hay hecho nada de nada. Creo que cuando vuelva el gobierno anterior u otro diferente a este tono, vamos a tener de nuevo una lucha sincera sobre Malvinas. Que dejen de usarnos y vayamos para adelante.”


Volvé a escuchar la nota acá:



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