Tras la asunción de Francisco Sagasti Hochhausler como nuevo presidente de Perú luego de semanas llenas de caos a nivel sociopolítico, la licenciada Silvia Valdés pasó por #AVosPatria para explicar cómo fue el día a día ante las destituciones de Vizcarra y Merino.
Ante la destitución del ex presidente peruano Martín Vizcarra por “incapacidad moral permanente” por parte del Congreso a partir de una votación en donde se obtuvieron un total de 19 votos en contra, 4 abstenciones y 105 a favor, Manuel Merino fue quien asumió el cargo el martes 11 de noviembre junto a miembros de la descreditada vieja guardia política, vinculado a la extrema derecha. El equipo ministerial por entonces quedó conformado por personajes de perfil ultraconservador, varios de ellos relacionados al fujimorismo y al Partido Aprista del expresidente Alan García, que han sido gobierno y han estado envueltos en graves escándalos de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
Sin embargo, tras la destitución de Vizcarra el pueblo de Perú salió a las calles durante toda una semana llena de movilizaciones y protestas que dejó un saldo de un centenar de heridos y dos jóvenes de 22 y 24 años respectivamente que fueron asesinados por las fuerzas de seguridad. Es por esta razón que el reciente mandatario interino, Manuel Merino, renunció a su puesto.
Con el rechazo del Poder Legislativo a la elección de la congresista de la izquierda, Rocío Silvia Santisteban, en una segunda votación Francisco Sagasti Hochhausler fue elegido como presidente interino tras que Perú esté por más de 24 horas sin presidente al obtener 97 votos de los 130 miembros del Congreso unicameral contra 26 votos correspondientes a las coaliciones de derecha fujimoristas y radicales acusados de corrupción que apoyaron a Merino.
El de Sagasti será un gobierno de transición, que durará ocho meses hasta que en julio del próximo año asuma el gobierno elegido en las elecciones de abril. Por su parte, la licenciada Silvia Valdés expresó que el revuelo social en Perú mostró que “Merino es lo peor de todo, incluso peor que Vizcarra, ya que este último había hecho dos cosas interesantes: había propuesto como ley que ningún político que hubiera sido condenado por corrupción pudiera ser elegido en el congreso, y una segunda cosa es que las universidades privadas iban a pasar a las manos del estado”
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Redacción: Paula Serricchio
