El representante de la ONG Consumidores Libres, el Dr. Héctor Polino, pasó por #AnocheceEnBuenosAires y se refirió al aumento de los precios en productos y servicios y cómo afecta la inflación en la economía argentina.
En primer lugar, Polino analizó que: “En el momento actual están aflorando todas las ideas individualistas hay sectores que les importa más el dinero que la salud de las personas. Se privilegia la actividad económica, que por supuesto es indispensable, a la salud de la gente. Hay muchos sectores que cuestionan medidas que toma el Gobierno nacional y gobiernos provinciales que tienden a proteger la salud de las personas porque lo único que le importa es la actividad económica para poder seguir produciendo dinero y hay un conflicto actual que se evidencia todos los días que es entre los que queremos priorizar la salud de las personas, y los que quieren priorizar la actividad económica. Sin salud no hay actividad económica es preferible vivir con limitaciones con menor cantidad de dinero en el bolsillo y estar, y poder estar vivo a tener mayor actividad económica y terminar encerrado en un cajón”.
Además, el representante de la ONG Consumidores Libres señaló que “en Argentina hace varios años tenemos un proceso inflacionario altísimo, hoy tenemos dos pandemias en Argentina: el coronavirus y la inflación, un problema que afecta a la salud y el otro el bolsillo de los argentinos. Al afectar el bolsillo, también estas afectando la salud porque al tener menor capacidad económica, hay menor cantidad de dinero para comprar todos aquellos productos, alimentos, que mejoran la calidad de vida, para comprar medicamentos, para tener una atención sanitaria adecuada. Tenemos ese problema serio que es la inflación. Cuando uno ve el proceso inflacionario que hubo en el mundo durante el 2020, ahí nos damos cuenta que estamos en la periferia del mundo, porque hubo países que no solo en el año 2020 no tuvieron aumentos de precios, sino que tuvieron deflación, una inflación negativa. El proceso inflacionario, a mi juicio, es incentivado por los grandes grupos económicos, hay 28 grandes empresas de capital extranjero concentran alrededor del 80% de la producción de los productos de la canasta básica de alimentos y de artículos de limpieza. A esos 28 grandes grupos económicos a los que hay que controlar, además las enormes ganancias que tienen y si quieran las reinvierten luego en el país, sino que una parte de esa ganancia lo derivan a las casas matrices ubicadas en el exterior”.
Por otra parte, el especialista explicó que “la ley de góndolas rige desde el pasado 15 de mayo que, a mi juicio, es muy favorable porque tiende a favorecer la competencia y en su consecuencia podría frenar los indebidos aumentos de precios. Establece que un producto no podrá superar el 30% del espacio disponible que comparte con otros productos de similares características y distintas marcas, incluidas las puntas de góndola, y esto es muy importante y además tiene que haber un mínimo de 5 proveedores para cada artículo básico. También establece que deberá garantizarse un 25% de las góndolas para productos fabricados por PYMES, un 5% del espacio de las góndolas para aquellos productos elaborados por la agricultura familiar, indígenas, campesina, cooperativas, mutuales, etc. Además, algo muy importante en torno a la reglamentación es que los productos de menor valor no pueden continuar ubicados como hasta ahora en el estante más bajo de la góndola, por lo que se establece que el producto de menor valor tiene que estar ubicado en el estante intermedio de la góndola, de modo tal que cuando el consumidor va caminando por el supermercado pueda ver a la altura de la vista los productos que tengan menor precios; y además tiene que establecer un cartel de forma perpendicular con el precio de ese producto. Asimismo, la ley reglamenta que los supermercados tendrán como plazo máximo de pago para los proveedores PYMES de 60 días y plazo máximo de 40 días para las empresas campesinas, indígenas, cooperativas y mutuales; no como ahora que suelen pagarle a los 90-150 días cuando el consumidor cuando va a la caja lo paga al contado”.
Sin embargo, Polino puntualizó problemáticas sobre la ley de góndolas en tanto “no es para las carnicerías, verdulerías o panaderías del barrio, están excluidos los autoservicio o negocios barriales o mini mercados de las estaciones de servicio, y la reglamentación dice que la ley de góndolas rige para aquellos establecimientos que tienen una superficie mínima de venta al público de 800 metros cuadrados, medidos desde la línea de caja, y tampoco abarca el 100% de los productos, comprende alimentos, bebidas no alcohólicas, productos de higiene personal y del hogar, pero quedan excluidos la carne vacuna, los pescados y mariscos. De modo que, esperemos, esta ley de góndolas con la reglamentación que se acaba de aprobar y que comenzó a regir desde el 15 de mayo de sus resultados positivos en beneficio de los consumidores. Los problemas que advierto es el alto costo logístico para las PYMES y para las empresas familiares, indígenas, campesina, cooperativas, mutuales lo que implica el traslado del producto del lugar donde se elabora o produce al supermercado para que lo venda; y el otro problema son las altas tasas de financiamiento para aumentar la producción que van a tener que llevar a cabo esas PYMES, esas economías familiares o cooperativas. Veremos cómo funciona en la práctica para darle algunos retoques para que la misma sea realmente efectiva y produzca un efecto positivo en el bolsillo de los consumidores, sobre todo de aquellos de menores recursos”.
Por lo tanto, el representante de la ONG Consumidores Libres mencionó que; “El Estado lo que tiene que hacer es cumplir y hacer cumplir las normas legales vigentes, ese es uno de los problemas más importantes que tiene Argentina, no desde ahora, sino que viene desde hace muchos años, porque al gobierno actual se encontró con este nuevo fenómeno de la pandemia del coronavirus y su problema sanitario. Pero el problema de la Argentina viene hace rato y la única manera, a mi juicio, de que Argentina pueda ser un país normal, un país que atienda los derechos e intereses de los sectores sociales de menores ingresos, de los trabajadores en relación de dependencia, de la clase media – baja, de los jubilados que perciben el haber mínimo, es hacer cumplir las normas legales vigentes. Hoy los grandes grupos económicos se burlan de esas normas legales protectoras de los derechos de los trabajadores y consumidores en general, ese es el problema fundamental que tiene la Argentina”.
Escuchá la entrevista completa acá:
Redacción: Paula Serricchio
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