Que la pandemia ha alterado nuestras costumbres y formas de vida, no es ninguna novedad, pero esta suerte de transformación social, también afecto y “modificó” la forma de hacer política. Óscar de los Santos, en diálogo con #AVosPatria explica este nuevo desafio al que se enfrenta el Frente Amplio, en Uruguay.
“La matriz productiva del país ha cambiado”, es el inicio de algo más profundo que cuestiona el modo de hacer política, “a la gente se la convence hablando, escuchándola y explicando procesos que son largos”, explica Santos, y señala que la izquierda tiene que “avanzar culturalmente”, reconoce que existen nuevas generaciones que se ven “motivadas por las luchas sociales, pero no por el cordón cuneta, el pavimento o el alumbrado, las motivaciones son otras, esos reservorios de gente joven que tiene otra perspectiva, inclusive del trabajo”.
A estos nuevos intereses sociales, se suma un nuevo modelo de producción, como “trabajar desde casa” donde se hace casi imposible generar un diálogo con esta nueva masa laboral. “Se imaginan alguien a la distancia, trabajando en la computadora, ¿cómo se hace una asamblea con ese trabajador?” y agrega “todos esos procesos sociales, llevan a un problema muy complejo para la izquierda y el campo popular, no es una asamblea en una obra o en una fábrica donde llega un militante sindical y explica esas contradicciones”. Las nuevas formas de producción hace que lo presencial sea cada vez más escaso, una de sus consecuencias, es que “nos mete en un mundo más adentro” y nos pregunta: ¿Cuáles van a ser las forma de organizarse de esa gente, no solo para luchar por su salario?, y reflexiona que “es el desafió que tiene la izquierda en el marco de este cambio tan revolucionario en la forma de producción”.
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