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Las Villas ¿Cuándo dejamos de ocuparnos de su gente?

Por Daniel Mojica


Resulta doloroso reconocer que tuvo que llegar el Covid-19. Tuvieron que morir varios compatriotas para darnos cuenta que hace años nos desentendimos de esos argentinos y argentinas.


Me surgen muchas y variadas preguntas. ¿Cuando dejamos de ser un país federal? ¿Alguna vez lo fuimos? No puedo quitarme de la cabeza el tema de nuestra justicia. La Corte Suprema de Justicia. Desde que avaló el golpe de estado de 1930 para acá ¿tuvimos justicia? Desde que un gobierno asesino como el que derrocó a Perón en 1955 y derogó por decreto la Constitución Nacional de 1949 ¿tuvimos justicia? ¿Qué pasó después que ningún gobierno reivindicó aquella Constitución? ¿Por qué sigue siendo ignorada incluso en la placa que en el Congreso Nacional recuerda cada una de nuestras Leyes Magnas menos esa?


Tengo la certeza que mientras no seamos capaces de asumir esas desgraciadas maneras de suprimir trozos de nuestra historia nunca vamos a asumirnos como lo que somos. Herederos de diversos orígenes étnicos, raciales, políticos. Que no tenemos la obligación de ser unos fotocopias de los otros. Que podemos tener diversidades que pueden convivir si asumimos que ser distintos no es ser enemigos. Hablo del pueblo y como parte de ese pueblo.


¿Cuando dejamos que nos enfrenten unos contra otros? Cuando olvidamos que no todos bajamos de los barcos. Cuando creímos la historia de “la campaña del desierto” que fue una masacre de nuestros orígenes. Para entregar nuestras tierras a los que nunca dejaron de oprimirnos, mentirnos, y matarnos.


No está tan lejano nuestro pasado de pueblos originarios que habitaron de sur a norte nuestra América. ¿Cuándo dejamos que nos borraran esa historia? ¿Cuando nos convencieron que somos todos rubios y de ojos celestes? ¿Fue la televisión?

Estuvimos casi a punto de repetir esa historia con los compatriotas de las Villas.


Hoy mismo hay muchos argentinos y argentinas que confunden “pensar” con “creer”. Cuando en el párrafo anterior me pregunté ¿fue la televisión? No fue un interrogante casual. Podría haberme preguntado ¿fueron los medios de comunicación? Pienso que mucho tienen que ver. Como hoy las redes virtuales. Porque son creadoras de sentido. Nos invitan a creer no a pensar.

Las creencias no necesariamente se asientan en datos comprobables, pero si en sensaciones. Las sensaciones no siempre son certezas. No confundir sensaciones con sentimientos.


Cada quien es libre de “creer” en lo que le de la gana. Recuerdo de chico que me atraían mucho los trucos de magia. Yo creía en lo que veía. En lo que mostraban esos geniales prestidigitadores. Mi viejo siempre me decía no todo lo que ves es verdad, respecto de los trucos que me maravillaban. Yo creía lo que veía. Tarde en darme cuenta que eran ilusionistas. La televisión tiene mucho de aquellos ilusionistas. Me acuerdo de una frase que acuñó no me acuerdo que personaje de la tele: “la magia de la televisión” decía. La magia es que nos hace creer cosas. Lo malo es que después confundimos creer con pensar y de esa manera nos manipulan. Con los noticieros, con los personajes que nos simpatizan, con los y las famosas que emiten mensajes. Entonces también mezclamos “fama” con “certeza”: “si lo dijo fulano debe ser cierto” como si ser famoso les diera la sabiduría universal. Pero allí entran a jugar los “sentimientos” y las “sensaciones”, las creencias.


¿Cuanto tiempo tardaron los noticieros de la televisión en “contarnos” lo que pasaba en las villas?


¿Cuanto tuvo que pelear Nacho Levy para visibilizar lo que pasaba en las Villas? Recién cuando lo recibió el Presidente Alberto Fernández se comenzaron a visualizar y a preocupar por esas argentinas y argentinos. Aunque todavía el gobierno de la ciudad no se ocupa como debería. Se mimetiza en las conferencias conjuntas y hace gala de su locuacidad. Pero aún no respondieron a la pregunta que lanzó Nacho Levy sobre los millones de dólares que bajó el Banco Mundial (170 millones) y el BID (100 millones) para financiar la construcción de 46 mil viviendas para vecinos de la Villa 31.


Denunció que en el reporte del Banco Mundial del 29/12/19 dice que “el avance de las obras durante 2017, 2018 y 2019 fue 0%” y preguntó a Diego Fernández (Secretario de Inclusión Social y Urbanización del GCBA) “¿donde están esos millones de dólares”. Todavía no hubo respuesta del GCBA.


¿Habrá llegado por fin la Hora de los Pueblos?

Pienso que esta pandemia abre la puerta a una oportunidad: La de poner en acto la frase que mencionó el Presidente Alberto Fernández, que Evita transformó en eje de su vida, "Donde hay una necesidad nace un derecho". La Argentina, y sobre todo las Villas, están atravesadas de necesidades y carentes de los mínimos derechos que hacen digna la vida.

Alguien dijo que "el hombre es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio". El presidente habrá roto ese silencio con plena conciencia de la dimensión que adquiere esa mención en ese lugar.

Porque son muchos los derechos ausentes y demasiados los condicionantes que persisten para cumplir con esa sentencia. Porque los Paolo Rocca, la AEA (Asociación de Empresarios Argentinos), en definitiva, el tan mentado e intocado (¿intocable?) "círculo rojo" sigue tan firme y saludable como siempre. Pues, para cumplir con la segunda parte de la mencionada frase, verbigracia "nace un derecho" hay que desarmar una maraña de "constructores" de aquellas necesidades a solucionar.


Digo.

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