La pandemia del coronavirus afecta a todo el mundo, tal es así que en #HastaAcáLlegamos el ciudadano de Rumania, Ionut Marius Plopeanu, relató la vida en el país de Europa del este en donde la cuestión sanitaria pasó a primer plano a pesar de los intereses políticos del gobierno actual liberal: “hicieron lo que había que hacer”, sentenció al referirse a los “1600 fallecidos y 20 mil enfermos” que hay en su país.
El director de una escuela de programación para chicos entre 8 y 17 años nos contó que al comienzo de la pandemia las diferentes instituciones educativas cerraron sus puertas y adaptaron las clases a la modalidad online. “En dos semanas pudimos prepararnos y nos estamos acostumbrando”, explicó Plopeanu.
A 120 kilómetros de Bucarest, capital de Rumania, cerca de las montañas, se encuentra alojado Ionut junto a su familia, quien explica que la enfermedad atacó precisamente a los pueblos más pequeños del país ya que “más del 10% de la población trabaja fuera del país (en España o Francia) y, por la pandemia, regresaron al país y poblaron los pueblos chicos”.
En cuanto a la aceptación del aislamiento obligatorio en el país, Ionut confesó que “algunos lo aceptaron bien y otros no tanto, ya que tuvieron que cerrar ciudades pequeñas porque no respetaban las directivas”. Por otra parte, el rumano explicó que la cuestión de abastecimiento sanitario se encontró complicado ya que “los hospitales no son muy buenos, nos decían que no íbamos a tener lugar en las urgencias de los hospitales si llegábamos al pico máximo, pero se evitó porque se tomaron las decisiones correctas, tuvimos suerte”.
A partir de la desorganización vivida en las primeras semanas de la pandemia, en donde los médicos “no tenían las protecciones adecuadas para el covid 19”, comenzaron a aislar hospitales por numerosos casos de coronavirus. Por lo tanto, “se tomó la iniciativa de producir y traer elementos sanitarios para abastecer a los hospitales, y en su consecuencia ahora está todo bien”, explicó Ionut.
Las discrepancias políticas se hacen presentes en todos los países del mundo a la hora de tomar decisiones y relegar las cuestiones económicas, tal es el caso en Rumania que el sector privado tomaron la posta al ponerse de acuerdo con los trabajadores afectados: “las empresas privadas se organizaron muy bien, mientras que el Estado no tanto. Los empresarios y la gente se unieron e hicieron un plan común, mientras que los políticos no estuvieron de acuerdo”, con lo que se resolvió pagar a los empleados “un 75% del sueldo abonado por el Estado ya que es obligatorio en Europa, el 25% restante se redujo como acuerdo entre empresa y trabajador”, comentó Ionut.
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Redacción: Paula Serrichio
