Matías Dimicroff, preside la Asociación Civil Grito Sagrado, estuvo en #Desmalezando donde explico el funcionamiento de la cooperativa en el proceso de reinserción social de personas liberadas.
“El sistema carcelario, es un sistema de castigo que empeora a la persona”, la falta de políticas públicas para la reinserción social, fue el puntapié de esta iniciativa, que para él y sus compañeros “fue una herramienta revolucionaria”, en la actualidad están organizados en más de cien cooperativas, y dan trabajo a casi 1.500 personas, la mayoría liberados, comenta Dimicroff y resalta la importancia que tiene “la gestión de la empresa en manos de los trabajadores”.
“Necesitábamos saldar una deuda con nuestras familias, de convertirnos en trabajadores”, aunque reconoce que nunca esperó obtener estos resultados “nunca jamás nos imaginamos que íbamos a construir un movimiento de estas características, nunca lo pensamos así”. En las cooperativas, “trabajan todos a la par”, desde las mujeres liberadas, para las cuales cuentan con espacios para la primera infancia, “donde no solo pueden dejar a los chicos, sino también los pueden dejar y salir a buscar otros trabajos” y agrega con orgullo “Dicen que los sectores más productivos son las fábricas recuperadas y nosotros, básicamente nos tuvimos que inventar como empresas que producen bienes y servicios especializados, que compiten, pero no tienen un patrón, son empresas sociales”.
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