En la película de 1993 protagonizada por Michael Douglas, el personaje de William Foster estalla violentamente producto de un cóctel letal: un mal momento personal y sentimental combinado con una serie de frustraciones, malas noticias y eventos desafortunados producto de la tensión de la vida en las grandes ciudades y el stress de la modernidad. Un Día De Furia es recordada por la cómica escena de Douglas en la cadena de comida rápida reclamando por su hamburguesa.
No fue una hamburguesa, sino algo mucho más profundo y subterráneo lo que volvió a eclosionar ayer en el recrudecimiento de la interna gremial de la UTA. Cerca del mediodía, el cuerpo de delegados de la empresa DOTA (Doscientos Ocho Transporte Automotor S.A) paralizó el servicio de 60 líneas de colectivo que circulan por el área metropolitana –incluyendo otras anexas como las empresas Nudo, San Vicente y Tomás Guido- en reclamo por un incremento salarial y la reincorporación de delegados gremiales despedidos, así como dos casos en la línea 257 en Quilmes y la 500 en Merlo.
Miguel ángel Bustinduy es el líder de la Agrupación Juan Manuel Bocha Palacios, oposición histórica al oficialismo en el sindicato, que fue proscripta en las últimas elecciones con su Lista Azul. Ex conductor de la línea 21 –del grupo DOTA con el que el oficialismo lo asocia en este conflicto-, fue Secretario Gremial y de Acción Social en el gremio hasta que fue expulsado por disidencias con el oficialismo. “Fernández es un burócrata que ya no representa a los trabajadores. Vamos a continuar con las medidas de fuerza porque tenemos compañeros con hambre, en 4 años perdimos el 50% del poder adquisitivo del salario. Las conductas de la conducción son reiteradas, venimos de un Congreso de Córdoba donde expulsaron a 50 trabajadores de nuestro espacio”, manifestó Bustinduy.
El conflicto continúa, Fernández no plantea renunciar y el paro se extiende por tiempo indeterminado. Por lo pronto, algunos números para pensar la UTA: casi 150 despidos en lo que va del año, un salario que pasó de U$$ 1710 a U$$700 en la actualidad, y 70.000 afiliados que reclaman un incremento del salario mínimo que se ubica en el orden de los $31.000, y el restablecimiento de una obra social quebrada y con deudas millonarias.
En Radio con Aguante entrevistamos a Miguel Bustinduy en Mayo de este año. ¿Lo escuchaste en aquel momento? Si te lo perdiste, lo revivimos haciendo clic acá:
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