Por Gustavo Packmann
A las 21.30 hs de cada día la derecha gorila encontró su lugar. Ese que buscan desesperadamente desde el 10 de diciembre de 2019. Esa reaparición de las cacerolas reaccionarias y golpistas no hacen más que evitarnos olvidar que “ellos siguen allí”. No tiene sentido enojarnos…pues..¿Por qué no seguirían allí?..¿Cuál sería la razón para que hubieran bajado sus banderas?.. o acaso alguien tuvo la fantasía de una milagrosa reconversión del gorilaje en nacional y popular…ó al menos en algo cercano a lo solidario y patriota.
No hay razón para pensarlos racionales e interesados por el bienestar y el cuidado de nuestra gente…ellos siguen en guerra.. enarbolando el antiperonismo, el odio y la intolerancia. Son, en alguna medida, como la fuerza de choque, la mano de obra de quienes desde sus lugares de siempre siguen operando para minar, esmerilar el poder y el accionar de nuestro presidente, siguen luchando para recuperar espacios y poder.
También sigue obviamente vigente como nunca, el llamado “periodismo de guerra”, que en un memorable sincericido reconociera Julio Blanck (el fallecido periodista de Clarín) hace un par de años.
Sólo tomaron vacaciones, pero como lúcidamente mencionara Roberto Navarro hace unos días, ya están “en operaciones”.. En estos momentos, el caballito de batalla pasa por comenzar a instalar que ya está bueno de cuarentena, que el costo económico, que el daño a la economía del país, que el daño a la estructura productiva..que…. todas esas cosas que hace cuatro años que no les interesan, que hace cuatro años que sólo no nombran, sino que han fomentado y apoyado vía destrucción de las pymes, del empleo, vía inflación , fuga de capitales y saqueo del país.
La tarea de esa derecha liberal y golpista comenzó el 10/12/2019 intentando mellar la consolidación del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernandez de Kirchner. Basta leer el trabajo diario de Clarín , La Nación, TN, América etc etc. Entonces, estaría bueno no olvidarlo nunca…siguen en guerra, y será, es tarea nuestra definir como vamos a defender a nuestro gobierno (a mí no me parece que sea bueno que nosotros también entremos en guerra. Se me ocurre más política y menos burda y brutal nuestra tarea). Decía, tendremos que definir cómo vamos a enfrentar esa ofensiva, pero mientras lo vamos definiendo, me parece central intentar hacerlo juntos, unidos, no dividirnos por diferencias coyunturales, ni dejarles resquicios para dividir y debilitar.
Porque como sabiamente se grita en la consigna: LA LUCHA CONTINUA.
