El empresario PYME y Sec. Gral. de CAMIMA (Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica) analizó el acuerdo Unión Europea-Mercosur, los ganadores y perdedores en la Economía y discutió los dichos de Gustavo Grobocopatel en #NoticiasDeAyer
“Este acuerdo se viene negociando hace más de 20 años, y no tiene muchas precisiones, más allá de que tiene más de 1.000 páginas…Hablamos de un acuerdo para un mercado de más de 400 millones de consumidores. Lo que sí trascendió no es bueno para el proceso manufacturero argentino, y pondría en duda lo del sector agropecuario: CARBAP salió a festejar que los argentinos tenemos que comer menos carne porque una porción mayor irá a la exportación, habrá que ver”, reflexionó Lo Russo.
¿Cuáles son las debilidades de la industria argentina frente a la europea? El empresario pyme las analizó: “El problema son las diferencias estructurales. El mercado europeo, más allá de sus problemas, tiene variables macroeconómicas estables, leyes estables, las reglas del juego más o menos estables, y el MERCOSUR aún ni siquiera tiene libre comercio propio: seguimos teniendo aduanas entre los países. Y Argentina no ha propuesto una política de control de inflación estable, de un dígito, y esto va en detrimento de toda la población. Aunque, realmente, en sí muchos de los problemas son intrínsecamente nuestros”.
Lo Russo puso una alerta sobre la paulatina desaparición de los instrumentos que el Estado tiene hoy para equiparar las desigualdades: “Vos tenés hoy con la Unión Europea la posibilidad de regular licencias no automáticas, y estos acuerdos de libre comercio las eliminan, y vamos a una economía manufacturera de “nicho”, de las que no generan empleo. Preocupa porque este Gobierno ya dio muestras de no defender ni la producción ni el bienestar de su población”.
El industrial también se refirió a las polémicas declaraciones del empresario sojero Gustavo Grobocopatel:
“Más allá de lo que pienso de Grobocopatel, me parece necesario el debate. Te pongo un ejemplo: yo produzco tornillos y bulones, en nuestro máximo momento de re activación económica, Argentina consume 8 mil toneladas de tornillos por mes, y tenes una fábrica china que produce 46 mil toneladas. Eso te da un mapa de nuestro sector”.
Y agregó: “Una política inteligente sería buscar un volumen aceptable para cada sector y desarrollarlo. En lo que coincido con Grobocopatel, que él no lo va a decir porque es liberal, es que hay que planificar nuestra producción, elegir sectores y desarrollarlos como ha pasado en otras partes del mundo, fíjate el proceso vasco como punta de la industrialización española: ellos pasaron de la industria naval a otros sectores dentro de la metalurgia. Ya pasó el tiempo de los procesos de sustitución de importaciones, ese era un debate de la década del ’60, hoy no corre más. Pero acá en la Argentina hasta en el sector textil con la nanotecnología tenés condiciones de competitividad, solo hay que buscarlas”.
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