Hablemos de conquistas
A través de ellas se escribieron páginas y páginas de historia en las que las invasiones, supremacías, escisiones territoriales y alianzas poderosas de todo tipo estuvieron a la orden del día. Ahora pensemos qué se logró con ello: divisiones de múltiples formas, estamentos y grandes concentraciones de poder en pocos lugares.
De las grandes revoluciones de la historia que no necesitaron de guerras ni trofeos en sus vitrinas el movimiento Feminista es un claro ejemplo. Lo que se ha conseguido (y aún hoy, que lo hace a diario) es más que un nuevo paradigma del sistema social, es un visibilizar constante de las problemáticas, la exposición de nuevos personajes sociales que rompieron con el binarismo biológico, nuevos sistemas de cuidado y ayuda que representan una hermandad (sororidad) y una contención pocas veces vista ante una multiplicidad de situaciones.
Ilustración: "Wacha Warrior"
El Feminismo logró voz y voto, inclusión, licencias, presencias, pertenencias, derechos y consumaciones que todo el tiempo van, afortunadamente, expandiéndose y ganando terrenos siempre relegados.
El entusiasmo por contagiar iniciativas por conseguir más equidad, por visibilizar y por obtener (fundamentalmente derechos) es una ola in crescendo que ya no se detiene ante nada ni nadie. Es el eco de un grito en la cima de una montaña que ya no cesa porque revierte episodios de censura.
El Feminismo viene a salvar una porción de la historia muy poco comunicada, tiende a reivindicarse como proceso y a fundamentar lo que existe y lo que se proyecta a futuro. Ésto no se logra con aislamiento y autonomía, se requiere de un esfuerzo en conjunto que incluya facetas sociales, económicas, educacionales, gubernamentales, judiciales que garanticen la concreción de pedidos ancestrales de seguridad, equidad, de inclusión, salubridad; que se limiten trabas y retrocesos impuestos por diversas instituciones o personajes de un sistema patriarcal -opositor- imperante.
Hoy en día nos estamos identificando y conociendo en la 'deconstrucción' que es una maquinaria de pensamiento que nos descubre patrones impuestos. Nada mejor entonces, que reconocer, bajo esa luz, lo que se nos presenta como obsoleto e innecesario, y protagonizar el tan ansiado y positivo cambio, en el que ya estamos insertxs y del que somos piezas fundamentales.
Bienvenido sea. Que sea
