Durante la entrevista a la ex Presidenta, el periodista Luis Novaresio abrió las preguntas usando la estrategia que vienen utilizando hace años desde la muerte del fiscal: descongelar a Nisman.
Cristina le contestó que tenía malas noticias para él: Gendarmería había desmentido que el informe en el que recrearon su muerte tenga resultados concluyentes.
Ahora definamos qué es un perito: “una persona entendida o experta en determinada materia”. La nota publicada por Infobae expresa que entre los peritos presentes había balísticos y psicólogos, sin dar demasiado detalle. Cuando se investiga una muerte dudosa, no es como en las series que un detective resuelve solo el caso en el último minuto, si no que cada perito en su especialidad balístico, químico, rastros, etc hace su pericia solo o junto a los peritos que propone cada una de las partes y eleva un informe que después lo valora el juez. No saca conclusiones.
Uno de los argumentos principales: ¿por qué Nisman no tenía pólvora en las manos? Primero hay que aclarar que los restos de pólvora negra en el aire se quedaron en las películas de cowboy, las pólvoras modernas no dejan residuos. Lo que dejan son restos de cápsula iniciadora (mal llamada fulminante), se analiza la presencia de sus componentes plomo bario y antimonio a través de una técnica de barrido electrónico. En el caso de Nisman se realizaron dos pericias, una fue con un sofisticado equipo que tiene el Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta (CIF). El resultado fue concluyente: “Sobre las muestras analizadas, se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo, las que son definidas como aquellas que pueden estar asociadas con la descarga de un arma, pero también podrían originarse a partir de otras fuentes no relacionadas con una deflagración de armas”. Como explicaba antes, los peritos no puede afirmar si esas partículas son producto de la descarga de un arma, porque existen otros motivos, aunque inéditos, de que esos compuestos lleguen a la mano de Nisman, por ejemplo manipular fuegos artificiales o usar una pistola que se utiliza para hacer agujeros en la construcción. Parece difícil que el fiscal haya tirado pirotecnia o haya ido a hacer agujeros a una obra. El hecho de que “podría tener otro origen”, fue en lo que se basó Arroyo Salgado cuando falseó la conclusión y aseguró que su ex esposo no tenía restos de cápsula iniciadora en las manos. Y si no los hubiese tampoco aseguraría que el fiscal no fue quien disparó, ya que el arma utilizada sólo deja residuos en las manos el 11 por ciento de los casos.
En un acto de muy mal gusto, muchos medios publicaron las fotos de Nisman muerto en el baño. Se ve que su cara está recostada sobre su mano derecha, la que habría efectuado el disparo. La posición del dedo índice condice con un espasmo cadavérico, significa que el dedo adoptó la posición del último movimiento que hizo en vida (apretar la cola del disparador), este fenómeno es inmediato, no está relacionado con la posterior rigidez cadavérica. Es por una fallo masivo en el Sistema Nervioso Central (se imaginarán que un disparo en la cabeza lo provocaría) y lo más importante: este fenómeno es imposible de reproducir maliciosamente.
Por supuesto que hay que investigar la muerte de un fiscal (y de cualquier otra persona) hasta el final, pero el accionar de la querella que encabeza la fiscal Arroyo Salgado parece más predispuesta a entorpecer que a saber la verdad. Y poner a opinar a peritos de la tan cuestionada Gendarmería a reconstruir el caso en este momento, parece más una maniobra política previa a las elecciones que algo que verdaderamente sume a esclarecer a las dudas de la querella.