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La verdad sobre Papel Prensa



Mitre - Magnetto - Videla - Noble

Foto: Mitre - Magnetto - Videla - Noble

El juez federal Julián Ercolini sobreseyó a Héctor Magnetto, Batolomé Mitre, Ernestina Herrera de Noble, Raymundo Podestá y Guillermo Gainza Paz en la causa Papel Prensa.

Hace 40 años comenzó el robo de la única empresa argentina dedicada a la producción de papel de diario. Ubicada en la localidad bonaerense de San Pedro, provee papel a más de 170 medios argentinos. El diario La Nación posee el 22% de las acciones, el Estado Nacional 27% y el socio mayoritario, el Grupo Clarín, cuenta con el 49%.

La historia de Papel Prensa está manchada con sangre y crímenes de lesa humanidad desde su comienzo. El 11 de agosto de 1969, durante la dictadura de Onganía, se promulgó la Ley 18.312 que dispone la creación del “Fondo para el desarrollo de la producción de papel prensa y de celulosa”. Se llamó a licitación para la obra pero ningún ofertante cumplía con los requisitos.

En 1972, durante el gobierno de Lanusse le adjudicaron la obra a la firma Papel Prensa SACIFyM. La proyección de la obra estaba prevista para 1976 en San Pedro.

Con el regreso de Perón, en 1973, el empresario David Graiver adquirió 26% de las acciones de Papel Prensa por 4 millones de dólares. En agosto de 1976 el empresario murió en un dudoso accidente aéreo mientras viajaba en un jet privado en México. Para algunos sucedió por “un error inexplicable del piloto”, para otros fue asesinado por la CIA. A su viuda, Lidia Papaleo, le negaron entrevistarse con Videla. La Dictadura tenía otros planes para Papel Prensa.

En ese entonces, el Grupo Graiver poseía la mayor parte de las acciones de la empresa. Para validar la transferencia aún faltaba una asamblea que se celebraría el 3 de noviembre de 1976. Sin embargo, un día antes todo cambió.

El ministro de economía de Videla, Martinez de Hoz, propuso que la pastera quedara en manos de Clarín, La Nación y La Razón. Este traspaso significaba una pieza fundamental para la Dictadura: comprar el silencio de los medios de comunicación ante sus crímenes.

Lo formal indicaba que Ernestina Herrera de Noble era quien estaba a cargo de Clarín. En realidad, el medio seguía en manos de uno de los hombres de Frondizi: Rogelio Frigerio (¿Les suena? El abuelo del actual ministro de Macri).

Frigerio fue quien acercó a Hector Magnetto a Clarín y le adjudicó las tratativas para adquirir Papel Prensa. Según declaraciones de Lidia Papaleo fue Magnetto quién la amenazó con que entregue las acciones que había heredado de su esposo: “firme o le costará la vida de su hija y la suya”. El 2 de noviembre, un día antes de la asamblea por Papel Prensa; Clarín, La Nación y La Razón se quedaron con la pastera.


Lidia Papaleo terminó de firmar los papeles de la transacción el 9 de marzo de 1977, bajo amenazas constantes y dos días después de que los genocidas secuestraran a su suegro Juan Graiver. Cinco días más tarde, Papaleo fue secuestrada, violada y torturada por los militares.

“Cuanto más sangraba yo, él me eyaculaba encima. De tanto picanearme, me dislocaron los hombros. Me ponían sobre un elástico, atada, y para escapar de la picana, me movía hacia un costado y el otro. Después ellos me tiraban en un calabozo, muy chiquito, muy frío”, aseguró Papaleo en una nota del diario Tiempo Argentino. Casi la mitad de su familia fue secuestrada y torturada.

Papel Prensa fue la herramienta fundamental para que el Grupo Clarín adquiera la monopolización de los medios, con una competencia claramente desleal con el precio del papel. Además le brindó una solvencia económica que hasta el día de hoy es inalcanzable para los demás diarios.

Esta historia ya lleva 40 años. Muchos se quejaron en voz baja, otros se animaron a denunciarlo. La última causa sobre Papel Prensa cayó en manos del juez Ercolini, quien no sólo se negó a tomarle declaración a Ernestina Herrera de Noble, Hector Magnetto, Guillermo Gainaza y Bartolomé Mitre, también los sobreseyó argumentando que "No existen en autos elementos objetivos, imparciales y que de modo unívoco puedan llevar a considerar, cuanto menos con un grado mínimo de probabilidad, que la venta de las acciones de Papel Prensa S.A., acaecida de hace 40 años, en noviembre de 1976, hubiera sido parte, hubiera derivado o hubiera estado condicionada por la comisión de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar ocurrida en la Argentina".

No es la primera vez que Clarín recibe un "regalo navideño de parte de Ercolini. Recordemos que el mismo juez fue quien ordenó el desalojo del edificio del Afsca, suspendiendo la vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Cambiamos...


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