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Alejandro “Pitu” Salvatierra: “En los últimos meses sufrimos un descenso muy pronunciado de las polí



El dirigente villero fue uno participantes de la charla “Salud mental hoy: del enfoque de derechos hacia la lógica de mercado”, que el Instituto PATRIA organizó para echar luz sobre los retrocesos que la Alianza Cambiemos está impulsando en materia de salud pública y tratamiento de adicciones, mediante la instalación de nuevos paradigmas y el desmantelamiento de distintas políticas públicas clave. Lo acompañaron docentes y profesionales sanitarios.

La comisión de Salud del PATRIA organizó un encuentro para analizar el cambio de enfoque que le está imprimiendo el gobierno nacional a la política nacional de salud y analizar también sus consecuencias sobre la población. La charla fue encabezada por la psicóloga y titular de la Cátedra de Salud Pública de la UBA, Alicia Stolkiner, al integrante del Foro de Instituciones de Salud Mental, Miguel Ángel Tollo y Alejandro “Pitu” Salvatierra. Moderó la docente e investigadora de la UBA, Edith Benedetti.

Luego de que Oscar Parrilli y Teresa Parodi, miembros de la comisión directiva del PATRIA ofreciesen unas palabras de bienvenida para las más de cien personas que colmaron el auditorio, Benedetti introdujo el encuentro por medio de una referencia a la ley de Salud Mental (número 26.657), sancionada en 2010, con la que se recogió la experiencia de vastos sectores comprometidos con la materia a lo largo del tiempo, y a la que enmarcó en la promoción y ampliación de derechos que materializó el kirchnersmo durante sus doce años de gobierno. Recordó que la letra de la norma define a la salud mental “como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona”, y la contrastó con el enfoque que el Gobierno nacional le está imprimiendo al tema.

La docente mencionó la disolución de la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones, y advirtió que no se está convocando a las sesiones ordinarias del Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones, como así también que se derogó la Resolución 1484/15 atinente a las habilitaciones de instituciones de salud mental, la suspensión del Programa Organización Comunitaria en Salud y el cierre de decenas de Centros de Acceso a la Justicia de la cartera nacional de Justicia y Derechos Humanos.

Trollo, para referirse a la ideología que la Alianza Cambiemos tiene acerca de la salud mental, repasó algunas de las ideas de Facundo Manes, el mediático neurólogo que a partir de julio de 2016 se sumó a la gestión bonaerense de María Eugenia Vidal, en un área dedicada a la protección y la estimulación del capital mental de los más chicos. Lo citó textual: “Dice Manes que la felicidad es un factor de protección contra las enfermedades” y que “los niveles más altos de emociones positivas se asocian a menores posibilidades de ansiedad o depresiones asociadas al estrés”. “Hagamos de la felicidad un ejercicio cotidiano”, lo volvió a citar. Y sostuvo que para él y tantos otros que vienen trabajando en el tema, “pensar una salud mental para todos implica trabajar a favor de modelos que tengan en cuenta la diversidad”, como así también “pensar en el otro y con el otro”, y que se trata de “comprender que la salud de nuestro pueblo depende de la construcción de instancias solidarias e inclusivas”, entre otras.

Salvatierra, dirigente villero que vive y milita en la llamada Ciudad Oculta de Villa Lugano, compartió una mirada territorial acerca de la relevancia que tiene una política sanitaria de parte del Estado a favor de los habitantes de un barrio carenciado. “Si hablamos de presencia o ausencia del Estado, entre los gobiernos de Néstor y Cristina y el gobierno actual, hay una diferencia tan clara como el blanco y el negro”, y contó que en los últimos meses “en los barrios hemos sufrido un retroceso muy pronunciado de las políticas que generaban una contención para los que vivimos en las villas”. En materia de salud, se refirió a la crisis del dengue en la ciudad y el retiro de los camiones sanitarios de parte del gobierno de Larreta.

El “Pitu” contó que sufre problemas de adicción desde que era un adolescente, y lo asoció, en parte, a las políticas de exclusión que sufrió junto a su familia a partir de mediados de la década del noventa y la aplicación de políticas neoliberales que arrojaron al olvido de decenas de miles de personas que no tenían oportunidades para realizarse en lo personal a través del estudio y el trabajo. Contó parte de su experiencia de vida, el desamparo, las duras condiciones de vida en la villa, su carrera en el delito, la cárcel a partir de diciembre de 2001 y la transformación que se encontró en el barrio al recuperar su libertad, en el 2008, cuando el kirchnerismo ya había puesto al país de pie y estaba incluyendo, con políticas públicas a sus vecinos y a su propia familia. “Me había ido con un país de rodillas y volvía con un país distinto”, dijo.

“A mí la militancia me dio la posibilidad de sentirme importante”, aclaró, y agregó que eso no hubiese sido posible “sin un proyecto que me convocase a militar”. Dijo que sino se hubiese sumado a la militancia “estaría en un cementerio o seguiría preso” y que el kirchnerismo le generó “esperanza de que es posible tener una sociedad justa, libre y soberana” y “tener la posibilidad de tener los sueños cerca”. Afirmó que el “kirchnerismo no tiene valor por lo que hizo”, afirmó, “sino por lo que falta hacer y que solo el kirchnerismo puede hacer”, y que a Cristina no le perdonan “la esperanza que genera en el pueblo cada vez que aparece en la calle”.

Stolkiner, por su parte, se refirió a la llamada “Cobertura universal” que está impulsando Cambiemos, que basa en algunos documentos en los que se afirma “que el cuarenta y cinco por ciento de la población no tiene cobertura en salud”, cuando “el noventa y nueve por ciento de los partos son institucionales”. Subrayó que “denominan sin cobertura a los que no tienen ni obra social ni empresa de medicina prepaga” y que por lo tanto “son aquellos por los que el Estado le va a empezar a pagar a los privados con un paquete de prestaciones limitadas”. Dijo la intención con respecto a la política para la salud metal “es ir matando por inanición el proceso de la ley”, que “no se va a pedir la derogación de la ley”, y que como está sucediendo en muchas otras áreas de la función pública, apuntarán al desgaste por medio de la quita de recursos, “como ya ha pasado con el Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental”.

Para finalizar, Stolkiner hizo foco sobre el tratamiento de las personas con “consumos problemáticos”, ya que “la posición que tenía gobierno anterior era ir despenalizando el consumo para ir colocándolo en el terreno de la salud”, a diferencia del enfoque del gobierno actual, que “adhiere de modo terrible y peligroso a la política de guerra contra el narcotráfico”, y citó el caso y las consecuencias que dicha decisión produjo en México.

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